miércoles, 23 de junio de 2010

Objeción activa

Entre el pasado y el futuro resta un presente, un presente incierto, lleno de dudas, de preguntas, de cuestiones irresolubles. Por ello no vivimos en una sociedad del pensamiento, del conocimiento, sino de acción encubierta, de acciones dogmáticas que empequeñecen nuestro comportamiento adosados a nuestros sentidos.

Por eso, nuestro pasado incierto incluido en la interpretación de los nuevos pensadores, nos abre un campo de problemas que el individuo como pensador se encuentra abocado a pensar poco y actuar en base a las situaciones que se le plantean. Por ello y para ello, el hombre restituido de su inteligencia, se encuentra perseguido por la acción de su ser, imbuido en un acción desorganizada que no resuelve sus propios conflictos, sino que más bien se encuentra nuevos en su camino que interfieren todavía más en su ser.

Para ello, la sociedad como ente de masas, organiza y desinforma a la vez que va gestionando sus nuevas formas de pensamiento, aquellas que se acercan más a la confusión de la mayoría que las que se acercan a la solución de los problemas que interfieren en la vida de los ciudadanos. Quizás sea por eso, que la sociedad como un Dragón de siete cabezas muda su pensamiento para beneficiar y perjudicar siempre a los mismos.

De ser así, nos encontramos con un sistema cada vez más perfeccionado, una maquina humana, hecha por humanos y de la que los humanos somos parte activa. Pero para que esta maquina funcione, necesita de algo, eso que es necesario para que un sistema organizado funcione, que somos nosotros mismos, por lo que para poder demandar y solucionar los conflictos solo nos queda una solución, la objeción a nuestra propia actividad, a ese consumo organizado y que multiplica nuestra dependencia.

Quizás no estemos muy lejos de darnos cuenta que el alimento de la sociedad del capital, es heredera de la actividad confundida del individuo, elemento necesario para que esta funcione como el propio combustible del automovil, sino hay actividad asociada al hombre como consumo desorganizado no existe la sociedad del capital, la sociedad de las masas languidece sino es a través de la actividad y el consumo. Por tanto la sociedad del capital, se termina convirtiendo en un sociedad del riesgo, que se mantiene gracias a las opciones de riesgo y cuando estas se arriesgan demasiado nos llevan a donde estamos...........LA CRISIS.

Como una vez me contaba un cura....."No es más rico el que más tiene sino el que menos necesita".

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