miércoles, 10 de marzo de 2010

Poemas

LA GARGANTA QUEBRADA DEL DIOS DE LOS SALVAJES




Los finales agotan y embotan la mente,

los cuerpos que se mecen en la vida, las entrañas de la tierra se abren,

la seducción de los planetas,

la máquina mental que llega.

Afuera el resplandor de la máscara,

afuera la garganta quebrada del dios de los salvajes,

la ciudad que fue cuna del ángel.

He visto la plataforma donde bailan los cerebros adormecidos

y los hombres que aman la violencia programan sus invectivas,

ni un palmo de tierra para el que desprecia la mano del sufrido trabajador.

Ellos no son dignos de contemplar el brillo de la luna,

la decisión de los legados de la tradición más antigua,

el espejismo mineral que mina los sentidos.

La nostalgia respira por la vieja caricia,

desvelados ocultos tras las ventanas iluminadas,

palabras por piratas

pero has caído en las dormidas fauces de un dragón,

has cubierto tu sueños con las escamas del recuerdo

y ahora se multiplican las razones del odio

porque sabes que la rabia es lo mejor de los desposeídos

y la tranquilidad, esa fina membrana que recubre la cordura,

es la paz de los cementerios.

Yo prefiero la perpretación en un lugar seco

y la rotundidad de lo creado,

las risas que se cuelan por las paredes

y desengaños como mundos engullidos por el sol.

El pensamiento rápido como una liebre de acero,

pájaro que canta por los agujeros de la memoria.

Basta la parodia de un mundo de oscuridad,

morir cantando como el viejo cisne.

Basta crear en lo imposible.

Tu corazón se llena de sequedad,

eres como una tierra desierta,

tu mente muerta es como el resto de un reptil.

¿A dónde vas,

hombre del santo nombre?



JOSE ANGEL PIZARRO

No hay comentarios: