sábado, 10 de noviembre de 2012

La Educación Prohibida.


Entre dos fuegos.

Desnudabamos las palabras enfrente del fuego, y esperamos que amainara el temporal, como cada invierno nuestros días de nieve eran una parada obligada para poder pasar unos días desconectados de la realidad cotidiana. Entoncés me miró, su mirada traslucía un no se que, un tintineo que a pesar de los días vividos me ponía un poco nervioso. No se la verdad me preguntaba interiormente. Sera esta la verdadera, será... Entoncés me preguntó: - A que esperas? - A que espero, para que cariño, les respondí. Su mirada se convirtió en ofuscación, y me retiro la mirada. Entre dientes susurró, siempre igual. - Como?, le pregunté. Entoncés empezó a relatar. Mira la verdad, es que estoy muy bien contigo, pero que después del tiempo que llevamos deberías plantearte otra cosa, yo que se, lo normal, lo que hace todo el mundo casarse, hacer una familia, tener hijos. No se tomar responsabilidades. - No se no te comprendo, le respondí. - No me lo pongas más difícil, y habla de una vez, dí que piensas, me inquirío. Entoncés me recoste mire hacia los travesaños de la casa de madera y empezé a pensar. Hicé una pausa prolongada durante unos largos segundos, y después empezé a hablar. - Mira cariño, tu acaso crees que no te quiero, que no estoy bien contigo. Por que debo tomar una decisión, sobre algo que no me planteo. Acaso te vas a sentir más querida por ello, por que si es por eso no cuentes conmigo. - Su entrecejo se frunció, los buenos ratos eran ya el pasado, el fin de semana se convertía en un terremoto de sensaciones. - Como grito. Pero tu quien te crees que soy yo, una cualquiera. Yo sonreí, y eso le molestó mas todavía, pero aún así y al ver mi intención de dirigirme a ella, prefirió escuchar mis palabras. - Acaso no eres tu para mi, y yo para ti. Sino hay dudas para que cuestionarnos hacia donde vamos, y como vamos. Al fin y al cabo, de todas las formas iremos de la mano. Pisando el mismo camino de valle, la misma montaña, el mismo relente dara en nuestros rostros al despuntar la mañana. Que más da, como y hacia donde vamos si lo hacemos juntos. Que necesidad tenemos de demostrar a los demás que nos queremos, si nuestro amor es de nuestro espacio privado. Es algo construido por ti y por mí. Por nosostros con lagrimas, con fuego, con frustraciones tuyas que son mias, y mias que son tuyas. Para que necesitamos hacerlo de cara a los demás si todos lo saben, para que hacer una fiesta en nuestro honor, si nadie lo duda. Para que vamos a reir si lo importante es saber morir, y morir cogidos de la mano. Que mas da....el amor...si no hay pasión..que mas da a quien quieras sino eres feliz...que mas quieres que yo no quiera...si cuando tu no estes...o yo no este...nadie va estar contigo....y aunque este.....el que tu echars en falta será a mi......o yo a ti. Para que demostrar que nos queremos si ya nos queremos. Ella que había retirado su mirada, fue dirigiendola mientrás yo le hablaba, cuando termine, me miró enternecida, y me dijo. - Has visto..como no te puedo dejar hablar.....siempre me convences. - Eso pasa por que me quieres...lo mismo que yo a ti, le respondí. El fin de semana pasó placido y tranquilo, cuando volvimos a las jornadas diarias de trabajo nada pudo ocultar nuestro rostro, nuestra felicidad era patente. Solo era un claro reflejo de nuestras miradas. 
 Cuando hay amor, nadie le debe temer al futuro.