En un viejo país ineficiente,
algo así como España entre dos guerras
civiles, en un pueblo junto al mar,
poseer una casa y poca hacienda
y memoria ninguna. No leer,
no sufrir, no escribir, no pagar cuentas,
y vivir como un noble arruinado
entre las ruinas de mi inteligencia.
Jaime Gil de Biedma
http://www.poesi.as/jgb68020.htm
Somos los número uno de las bibliotecas
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Efectivamente, los filósofos somos los primeros en las bibliotecas. O, para
ser más exactos, somos los número uno, porque los primeros son el cero
(000),...
Hace 2 semanas
1 comentario:
Pues yo estoy de acuerdo con el poema, pero no entiendo que tú lo estés. Puede que lo colgaras movido por un espíritu de denuncia ante el hastío de vivir. Me gusta este poeta pero nunca le perdonaré haber tenido una sobrina tan putoncilla (y poderosa), si es que puede responsabilizarse a este buen hombre de algo tan azaroso.
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